Comencé el camino del yoga por “casualidad” cuando a la edad de 5 años mis padres me llevaban con ellos a sus prácticas. Las clases me gustaron tanto que aunque ellos no continuaron yo ya nunca me separé de esta profunda disciplina.
Mis primera Institución fue la Gran Fraternidad Universal (GFU), fundada por el Maestre Serge Raynaud de la Ferriere. Ahí aprendí a impartir clases desde los 13 años de edad aproximadamente.
Por ese mismo tiempo inicié mi formación en artes especializada en Danza por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
Por un tiempo después de una grave enfermedad, me dedique a mi practica personal solamente logrando asi mi plena recuperación y tome la decisión de certificarme para comartir e impartir a todos por igual este camino espiritual.
Diariamente preparo mi día pensando en mis alumnos y en nuestras necesidades.
Encuentro inspiración en Sri Swami Sivananda, sus enseñanzas son una guía para superar las aflicciones del cuerpo, las fluctuaciones mentales, y los obstáculos para el desarrollo espiritual.
En 2008 me certifiqué como Yogaterapeuta en el Centro Universitario de Alternativas Médicas, a la par en la CONADE como Instructor de Yoga.
En 2012 Abrimos mi esposo Sahuri Roberto y yo el Instituto Aceal, que despúes en 2014 se transformó en Academia Internacional de Yoga Zantory.
Certificada como Yoga Teacher E-RYT 200 horas en Zantory Yoga Studio
Certificada en Anatomia Avanzada en YAI
Certificada como Maestra de Yin Yoga, linaje Bernie Clark
Certificada como E-RYT 500
Certificada como RPYT Yoga Prenatal
Certificada como RCYT Yoga Niños
A lo largo de los años que he compartido mi práctica y el yoga, con las diferentes formaciones y enfoques que he recibido, con especial atención en Hatha Vinyasa Yoga, he corroborado la importancia del trabajo personal a través de caminos que en apariencia son muy diferentes pero que en realidad son complementos uno del otro.
Sigo observando en mi práctica, como en la práctica con los alumnos, que la sanación y restauración del cuerpo físico está totalmente ligada a la restauración y sanación de la mente y en ambos caminos ambas líneas son indispensables.
También creo que para que una práctica de yoga sea realmente completa debe tocar las diferentes ramas para enriquecerse. Hoy no concibo la enseñanza y la práctica una sin la otra.
Si queremos trascender nuestro ego a través de estas prácticas milenarias debemos honrar el linaje y seguir los caminos que han funcionado. Somos muy afortunados de tener acceso a estas enseñanzas y no encuentro las palabras suficientes para mostrar mi agradecimiento. Actualmente enseño en Academia Internacional de Yoga Zantory